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Las lesiones por chorro de arena se pueden prevenir con las precauciones adecuadas

PUBLICADO POR Cayce Peterson   el 22 de enero de 2015 PUBLICADO EN: Accidentes marĆ­timos y en alta mar, Lesiones personales [Enlace al texto original]

 

La mayorĆ­a de los trabajadores marinos, industriales y comerciales estĆ”n familiarizados con la prĆ”ctica del pulido con chorro de arena y con las lesiones causadas por el pulido con arena. La limpieza con chorro abrasivo todavĆ­a se conoce comĆŗnmente como limpieza con chorro de arena debido al uso de sĆ­lice (arena) como un abrasivo popular. Hoy en dĆ­a se utilizan muchas otras formas de abrasivos. Los abrasivos van desde sĆ­lice, carbĆ³n triturado e incluso cĆ”scaras de nuez para Ć”reas sensibles.

 

El chorro de arena se utiliza para eliminar la pintura y otros materiales de un sustrato para limpiarlo antes de volver a pintarlo. Esta actividad es altamente efectiva pero puede ser bastante peligrosa si no se toman las precauciones adecuadas.

Lesiones comunes de arenado y cĆ³mo ocurren

 

Las lesiones por chorro de arena pueden ocurrir en el lugar de trabajo cuando el equipo no se mantiene o no se usa adecuadamente. Siempre revise las mangueras para asegurarse de que estĆ©n conectadas entre sĆ­ y no se deshagan durante la limpieza. Las lesiones por chorro de arena tambiĆ©n pueden ser el resultado de no proporcionar o usar un equipo de protecciĆ³n personal inadecuado.

 

Silicosis

Las lesiones por chorro de arena pueden resultar de muchos peligros diferentes. El chorro de arena genera polvo. Respirar polvo de sƭlice puede la una enfermedad mortal llamada silicosis. El polvo de limpieza con chorro de arena tambiƩn puede contener productos quƭmicos que estaban presentes en el sustrato. Es absolutamente necesario que los chorreadores de arena usen sus capuchas, mangas largas y guantes en todo momento para evitar lesiones por chorreado.

 

PĆ©rdida de la audiciĆ³n

Las lesiones por chorro de arena no siempre son un resultado directo del polvo. El arenado es una actividad extremadamente ruidosa. La pĆ©rdida de audiciĆ³n es una posibilidad real para los blasters y muchos ya la padecen. Aunque los blasters usan capuchas, es importante usar tapones para los oĆ­dos. Esto es aĆŗn mĆ”s importante cuando se realizan voladuras dentro de espacios cerrados como tanques donde se realizan muchas voladuras.

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Lesiones en las extremidades

La corriente abrasiva es extremadamente peligrosa y los blasters deben tener cuidado de no extender sus extremidades dentro de la corriente.  Las lesiones por chorro de arena resultantes de recibir un disparo a corta distancia de la boquilla de chorro pueden ser devastadoras y terriblemente dolorosas. Estas lesiones por chorro de arena pueden provocar la pĆ©rdida del uso de las extremidades afectadas. TambiĆ©n pueden ser necesarias cirugĆ­as correctivas.

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Uso inadecuado del interruptor de ā€œhombre muertoā€

La forma mĆ”s comĆŗn en que pueden ocurrir lesiones por chorro de arena es por el uso inadecuado del interruptor de "hombre muerto". El interruptor de "hombre muerto" es el dispositivo que apagarĆ” el equipo de limpieza con chorro de arena si el interruptor no se mantiene presionado por la arenadora. Entonces, si un blaster deja caer la manguera, el interruptor de "hombre muerto" debe cerrar el flujo de arena a travĆ©s de la boquilla.

 

A veces, los lanzadores colocan un trozo de espuma o algo mƔs debajo del interruptor para no tener que mantenerlo presionado todo el tiempo. Esta es una buena manera de aumentar la probabilidad de lesiones por chorro de arena. Al manipular el interruptor de "hombre muerto", el chorreador se asegura de que si deja caer la manguera, el equipo de chorreado con arena no se apagarƔ como fue diseƱado para hacerlo.

Una manguera de chorro de arena suelta azotarƔ y rociarƔ a cualquiera en el Ɣrea general. Manipular el interruptor de "hombre muerto" no solo pone en peligro el blaster, sino que tambiƩn pone en peligro a todos los que estƔn cerca.

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Lesiones por chorro de arena causadas por negligencia

Seguir estos consejos es un comienzo para garantizar la seguridad del arenado. Es el trabajo de los empleadores marĆ­timos garantizar que los trabajadores tengan la capacitaciĆ³n y el equipo de seguridad adecuados, que el equipo reciba el mantenimiento adecuado y que se cumplan los protocolos de seguridad. Cuando un trabajador se lesiona como resultado de la negligencia de un empleador marĆ­timo, propietario de un barco o compaƱero de trabajo, es importante que busque ayuda para proteger sus derechos legales.

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Ā”Use el equipo de protecciĆ³n personal adecuado, viva mucho tiempo y prospere!

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PrevenciĆ³n de la silicosis y las muertes por limpieza con chorro de arena

DHHS (NIOSH) NĆŗmero de publicaciĆ³n 92-102 Agosto de 1992[Enlace al texto original]

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Ā”ADVERTENCIA!

El chorreado abrasivo con arenas que contienen sĆ­lice cristalina puede causar enfermedades respiratorias graves o mortales.

El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) solicita asistencia para prevenir la silicosis y las muertes en trabajadores expuestos a sĆ­lice cristalina respirable durante el pulido con chorro de arena. Los chorreadores de arena, los compaƱeros de trabajo expuestos y sus empleadores necesitan urgentemente informaciĆ³n sobre los peligros respiratorios asociados con el chorreado de arena. Su asistencia en este esfuerzo ayudarĆ” a prevenir la silicosis y la muerte, una meta nacional para la promociĆ³n de la salud y la prevenciĆ³n de enfermedades establecida en Healthy People 2000 [DHHS 1990].

La Alerta describe 99 casos de silicosis por exposiciĆ³n a sĆ­lice cristalina durante el arenado. De los 99 trabajadores reportados, 14 ya fallecieron a causa de la enfermedad, y los 85 restantes pueden fallecer eventualmente por silicosis o sus complicaciones. NIOSH solicita que los editores de revistas comerciales, los funcionarios de seguridad y salud, los sindicatos y los empleadores lleven las recomendaciones de esta Alerta a la atenciĆ³n de todos los trabajadores que estĆ”n en riesgo.

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Fondo

DescripciĆ³n y usos de la limpieza con chorro abrasivo

El chorreado abrasivo consiste en proyectar con fuerza una corriente de partĆ­culas abrasivas sobre una superficie, generalmente con aire comprimido o vapor. Debido a que la arena de sĆ­lice se usa comĆŗnmente en este proceso, los trabajadores que realizan la limpieza con chorro abrasivo a menudo se conocen como chorreadores de arena. Las tareas realizadas por los chorreadores de arena incluyen lo siguiente:

  • Limpieza de arena e irregularidades de fundiciones de fundiciĆ³n

  • Limpieza y eliminaciĆ³n de pintura de cascos de barcos, edificios de piedra, puentes metĆ”licos y otras superficies metĆ”licas

  • Terminar lĆ”pidas, grabar o esmerilar vidrio y realizar ciertos esfuerzos artĆ­sticos.
     

DescripciĆ³n de la silicosis

Cuando los trabajadores inhalan la sĆ­lice cristalina*utilizado en la limpieza con chorro abrasivo, el tejido pulmonar reacciona desarrollando nĆ³dulos fibrĆ³ticos y cicatrizando alrededor de las partĆ­culas de sĆ­lice atrapadas [Silicosis and Silicate Disease Committee 1988]. Esta condiciĆ³n fibrĆ³tica del pulmĆ³n se llama silicosis. Si los nĆ³dulos crecen demasiado, la respiraciĆ³n se vuelve difĆ­cil y puede provocar la muerte. Las vĆ­ctimas de silicosis tambiĆ©n tienen un alto riesgo de desarrollar tuberculosis activa [Myers et al. 1973; Sherson y Lander 1990; Bailey et al. 1974].

La arena de sĆ­lice utilizada en la limpieza con chorro abrasivo generalmente se fractura en partĆ­culas finas y se transporta por el aire (consulte la Figura 1). La inhalaciĆ³n de dicha sĆ­lice parece producir una reacciĆ³n pulmonar mĆ”s severa que la sĆ­lice que no estĆ” reciĆ©n fracturada [Vallyathan et al. 1988]. Este factor puede contribuir al desarrollo de formas agudas y aceleradas de silicosis entre los chorreadores de arena.

Figura 1. Chorro de arena trabajando en la atmĆ³sfera polvorienta creada por partĆ­culas de arena de sĆ­lice en el aire.
 

NĆŗmero de trabajadores expuestos

Las estimaciones indican que mĆ”s de 1 millĆ³n de trabajadores estadounidenses corren el riesgo de desarrollar silicosis y que mĆ”s de 100 000 de estos trabajadores estĆ”n empleados como chorreadores de arena [Shaman 1983]. Aproximadamente 59.000 del millĆ³n de trabajadores expuestos a la sĆ­lice cristalina eventualmente desarrollarĆ”n silicosis [Shaman 1983]. No hay estimaciones publicadas que indiquen el nĆŗmero de personas que limpian con chorro de arena que desarrollarĆ”n silicosis, pero un estudio de 1936 en Gran BretaƱa [Merewether 1936] informĆ³ que el 5,4% de una poblaciĆ³n de personas que limpian con chorro de arena (24 de 441) muriĆ³ de silicosis o silicosis con tuberculosis en un perĆ­odo de 3,5 aƱos. perĆ­odo. La Encuesta Nacional de ExposiciĆ³n Ocupacional indica que la industria de la construcciĆ³n emplea la mayor cantidad de chorreadores de arena, con la mayor proporciĆ³n en las industrias de oficios especiales [NIOSH 1988b, c; 1990b].
 

PrĆ”cticas de protecciĆ³n respiratoria

La silicosis aguda es menos comĆŗn hoy que en la dĆ©cada de 1930 porque se utilizan controles de ingenierĆ­a para reducir la exposiciĆ³n a la sĆ­lice cristalina respirable y porque el uso de abrasivos alternativos estĆ” aumentando. Sin embargo, los datos indican que la mayorĆ­a de los equipos de limpieza con chorro abrasivo siguen funcionando sin la protecciĆ³n respiratoria adecuada [NIOSH 1974a]. AdemĆ”s, los trabajadores adyacentes a las operaciones de limpieza con chorro abrasivo (por ejemplo, pintores, soldadores y trabajadores) a menudo no usan protecciĆ³n respiratoria [NIOSH 1990b].

Los controles de ventilaciĆ³n para reducir la exposiciĆ³n a la sĆ­lice cristalina no se utilizan en la mayorĆ­a de las industrias [NIOSH 1990b]. Samimi et al. [1974] encontrĆ³ que incluso en operaciones de limpieza con chorro de arena a corto plazo (menos de 2Ā½ horas de limpieza durante una jornada laboral de 8 horas), la concentraciĆ³n promedio de sĆ­lice cristalina era de 764 microgramos por metro cĆŗbico (Āµg/m3), con un contenido de sĆ­lice promedio del 25,5%. Esta concentraciĆ³n promedio de polvo era el doble del estĆ”ndar de 1974 de la AdministraciĆ³n de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA).

En un estudio de 1974 sobre las prĆ”cticas de protecciĆ³n respiratoria durante la limpieza con chorro abrasivo [NIOSH 1974a], los factores de protecciĆ³n para los respiradores con suministro de aire con casco oscilaron entre 1,9 y 3750. Esta amplia gama se atribuyĆ³ a las variadas condiciones del equipo mĆ”s que a la superioridad de cualquier marca. El mantenimiento era en general deficiente o inexistente, y las personas responsables de la protecciĆ³n respiratoria selectiva para el chorreado abrasivo no estaban adecuadamente informadas sobre el uso y mantenimiento adecuado de dichos equipos. Los factores de protecciĆ³n mĆ”s altos se asociaron con altas tasas de flujo de aire del casco, pero estas altas tasas de flujo aumentaron los niveles de ruido como resultado de la turbulencia del aire. El estudio tambiĆ©n indicĆ³ que las entradas de aire eran demasiado ruidosas y que los cascos de los blasters tendĆ­an a caerse de los hombros de los usuarios cuando se agachaban.
 

ProhibiciĆ³n de sĆ­lice en el chorreado abrasivo

Debido al alto riesgo de silicosis en los chorreadores de arena y la dificultad para controlar las exposiciones, el uso de sĆ­lice cristalina para operaciones de limpieza por chorreado fue prohibido en Gran BretaƱa en 1950 [Ley de fĆ”bricas de 1949] y en otros paĆ­ses europeos en 1966 [OIT 1972]. En 1974, NIOSH recomendĆ³ que la arena de sĆ­lice (u otras sustancias que contengan mĆ”s de un 1 % de sĆ­lice libre) se prohibiera como material de limpieza abrasiva y que se utilizaran materiales menos peligrosos en las operaciones de limpieza [NIOSH 1974b].
 

LĆ­mites de exposiciĆ³n actuales

El lĆ­mite de exposiciĆ³n permisible (PEL) actual de OSHA para la sĆ­lice cristalina respirable (cuarzo) es de 100 Āµg/m3 como un promedio ponderado de tiempo (TWA) de 8 horas [29 CFR**1910.1000]. El lĆ­mite de exposiciĆ³n recomendado por NIOSH (REL) para la sĆ­lice cristalina respirable es de 50 Āµg/m3 como TWA durante un mĆ”ximo de 10 horas/dĆ­a durante una semana laboral de 40 horas [NIOSH 1974b]. Este REL estĆ” destinado a prevenir la silicosis. Sin embargo, la evidencia indica que la sĆ­lice cristalina es un carcinĆ³geno ocupacional potencial [NIOSH 1988a; CIIC 1987; DHHS 1991], y NIOSH estĆ” revisando los datos sobre carcinogenicidad.
 

Efectos sobre la salud de la exposiciĆ³n a la sĆ­lice cristalina

Un trabajador puede desarrollar cualquiera de los tres tipos de silicosis, segĆŗn la concentraciĆ³n de sĆ­lice cristalina en el aire:

  • Silicosis crĆ³nica, que generalmente ocurre despuĆ©s de 10 aƱos o mĆ”s de exposiciĆ³n a sĆ­lice cristalina en concentraciones relativamente bajas

  • Silicosis acelerada, que resulta de la exposiciĆ³n a altas concentraciones de sĆ­lice cristalina y se desarrolla de 5 a 10 aƱos despuĆ©s de la exposiciĆ³n inicial

  • Silicosis aguda, que ocurre donde las concentraciones de exposiciĆ³n son las mĆ”s altas y puede causar que los sĆ­ntomas se desarrollen dentro de unas pocas semanas a 4 o 5 aƱos despuĆ©s de la exposiciĆ³n inicial [Peters 1986; Ziskind et al. 1976].

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La silicosis (especialmente la forma aguda) se caracteriza por dificultad para respirar, fiebre y cianosis (piel azulada); a menudo se puede diagnosticar errĆ³neamente como edema pulmonar (lĆ­quido en los pulmones), neumonĆ­a o tuberculosis. Las infecciones graves por micobacterias o hongos a menudo complican la silicosis y pueden ser fatales en muchos casos [Ziskind et al. 1976; Owens et al. 1988; Bailey et al. 1974]. Se cree que las infecciones fĆŗngicas o micobacterianas se producen cuando las cĆ©lulas depuradoras de los pulmones (macrĆ³fagos) que combaten estas enfermedades se ven abrumadas por el polvo de sĆ­lice y no pueden matar las micobacterias y otros organismos [Allison y Hart 1968; Ng y Chan 1991]. Aproximadamente la mitad de las infecciones micobacterianas son causadas por Mycobacterium tuberculosis, y la otra mitad son causadas por M. kansasii y M. avium-intracelular [Owens et al. 1988]. Nocardia y Cryptococcus tambiĆ©n pueden causar infecciones pulmonares en vĆ­ctimas de silicosis [Ziskind et al. 1976]. Las investigaciones generalmente muestran que los pulmones estĆ”n llenos de cristales de sĆ­lice y un material proteico [Owens et al. 1988; Buechner y Ansari 1969].

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Reportes del caso

Caso No. 1ā€“Una Muerte

En enero de 1992, el Departamento de Salud de Ohio respondiĆ³ al informe de un mĆ©dico sobre la muerte de un trabajador de 55 aƱos con silicosis acelerada e infecciĆ³n asociada con M. kansasii [ODH 1992]. El hombre era chorreador de arena en un taller de preparaciĆ³n de metales y se informĆ³ que habĆ­a estado chorreando arena durante 10 aƱos, posiblemente sin protecciĆ³n respiratoria adecuada.

El Departamento de Salud de Ohio realizĆ³ una visita al taller de preparaciĆ³n de metales. El chorreado siempre se habĆ­a hecho manualmente en una habitaciĆ³n cerrada y se consideraba un paso necesario para eliminar la "piel de cebolla" que se desarrollaba despuĆ©s de someter a estrĆ©s tĆ©rmico al metal.

El dueƱo de la tienda empleaba a 17 trabajadores y operaba 3 turnos. Todos los turnos tenĆ­an un chorreador de arena designado a quien se le dio un respirador con suministro de aire con capucha. El arenado se realizĆ³ durante unas 6 horas en cada turno. Durante el resto del turno, el chorreador de arena usĆ³ solo un respirador de partĆ­culas desechable y arrojĆ³ la arena usada a un pozo en el piso para su reciclaje. Los trabajadores informaron que los compaƱeros de trabajo habĆ­an desarrollado problemas mientras trabajaban como chorreadores de arena y que el empleador generalmente contrataba de seis a siete chorreadores de arena nuevos cada aƱo para reemplazar a los que renunciaban.

Una muestra personal de un turno completo recolectada fuera del casco del chorreador de arena indicĆ³ que la exposiciĆ³n potencial a la sĆ­lice cristalina respirable era mĆ”s de 200 veces el REL de NIOSH de 50 Āµg/m3 [NIOSH 1974b]. El tipo de respirador usado durante esta operaciĆ³n de voladura tenĆ­a un factor de protecciĆ³n asignado (APF) de 25 [NIOSH 1987b]. El APF, que se analiza mĆ”s adelante en la secciĆ³n sobre protecciĆ³n respiratoria (pĆ”g. 9), es la protecciĆ³n mĆ­nima anticipada proporcionada por un respirador o clase de respiradores que funciona correctamente a un porcentaje determinado de usuarios debidamente equipados y capacitados. Por lo tanto, usar un respirador con un APF de 25 teĆ³ricamente brindarĆ­a una protecciĆ³n adecuada contra concentraciones peligrosas de hasta 25 veces el REL de NIOSH, mucha menos protecciĆ³n que la necesaria para una exposiciĆ³n potencial mayor a 200 veces el REL.

Una muestra de aire del Ć”rea recolectada dentro de la sala de voladuras contenĆ­a aproximadamente 500 veces el NIOSH REL para sĆ­lice cristalina. Una muestra de aire recolectada inmediatamente fuera de la sala de voladuras contenĆ­a 8 veces el REL de NIOSH, lo que indicaba una contenciĆ³n deficiente del polvo en la sala de voladuras (que no estaba sellada) y una fuga peligrosa de polvo del equipo de manejo de arena.

Se observaron otros problemas con respecto a las presiones del flujo de aire en el casco, la ventilaciĆ³n inadecuada, el uso esporĆ”dico del respirador y la acumulaciĆ³n de polvo. La salida de la tolva para el colector de polvo arrojaba polvo fino directamente al piso de la planta. Este polvo se acumulĆ³ y expuso a muchos trabajadores a medida que se dispersaba por toda la planta. Un chorreador de arena actualmente empleado declarĆ³ que aunque la exposiciĆ³n era una molestia, consideraba que el polvo era parte del trabajo.

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Caso No. 2ā€“Una muerte

En noviembre de 1988, un mĆ©dico del oeste de Texas informĆ³ al Departamento de Salud del condado de Ector sobre tres casos de silicosis del chorreador de arena [CDC 1990]. Los tres pacientes habĆ­an trabajado en una instalaciĆ³n donde limpiaban con chorro de arena tuberĆ­as de perforaciĆ³n de campos petroleros. Uno de los trabajadores, un hombre de 34 aƱos, falleciĆ³ posteriormente a consecuencia de una silicosis aguda.

Luego de un informe posterior del mĆ©dico en enero de 1989, el Departamento de Salud del Condado de Ector y el Departamento de Salud de Texas se comunicaron con los mĆ©dicos locales e identificaron a otros siete trabajadores con chorro de arena que sufrĆ­an de silicosis desde 1985. De los 10 trabajadores identificados, 9 habĆ­an trabajado en el mismo instalaciĆ³n, que empleaba aproximadamente a 60 personas.

Una investigaciĆ³n realizada por los departamentos de salud del condado y del estado incluyĆ³ una revisiĆ³n de los antecedentes personales y ocupacionales de cada trabajador. Los radiĆ³logos locales evaluaron las radiografĆ­as de tĆ³rax. Para cuatro casos, un lector B***tambiĆ©n revisĆ³ la radiografĆ­a de tĆ³rax mĆ”s reciente de cada paciente en busca de evidencia de neumoconiosis utilizando las pautas de la OIT de 1980 [ComitĆ© de la OIT sobre la neumoconiosis 1981]. El Departamento de Salud de Texas revisĆ³ los informes de patologĆ­a del tejido pulmonar y realizĆ³ un estudio ambiental de la planta donde habĆ­an estado empleados nueve de los trabajadores.

Cada uno de los 10 trabajadores tenĆ­a antecedentes de exposiciĆ³n ocupacional a la sĆ­lice y una radiografĆ­a de tĆ³rax compatible con neumoconiosis; 8 tenĆ­an un informe de patologĆ­a del tejido pulmonar de nĆ³dulos silicĆ³ticos o silicosis aguda [Silicosis and Silicate Disease Committee 1988]. Todos eran hombres hispanos de 24 a 50 aƱos en el momento del diagnĆ³stico. Siete trabajadores tenĆ­an menos de 30 aƱos. Aunque se considerĆ³ tuberculosis en todos los pacientes informados (tres de los cuales tenĆ­an pruebas cutĆ”neas de tuberculina reactivas), todas las muestras de esputo y tejido de todos los pacientes fueron negativas para M. tuberculosis.

Los 10 trabajadores habĆ­an usado maquinaria de chorro de arena. La duraciĆ³n de la exposiciĆ³n al arenado oscilĆ³ entre 18 meses y 8 aƱos (media: 4,5 aƱos). Nueve trabajadores informaron que no habĆ­an estado expuestos previamente a la sĆ­lice; el trabajador restante habĆ­a limpiado con chorro de arena equipos de perforaciĆ³n de campos petroleros durante 3 aƱos antes de trabajar en la instalaciĆ³n identificada originalmente durante 5 aƱos.

El proceso de limpieza con chorro de arena en esta instalaciĆ³n requerĆ­a que una varilla de limpieza con una mezcla igual de pedernal y granate (20,5 % de sĆ­lice cristalina) pasara a travĆ©s de la tuberĆ­a de perforaciĆ³n para eliminar los contaminantes y preparar la superficie interior para una nueva capa protectora de plĆ”stico. Aunque la operaciĆ³n de limpieza con chorro de arena estaba encerrada por gabinetes de limpieza conectados a sistemas de escape, los gabinetes estaban en mal estado y permitĆ­an que se liberaran nubes de polvo en toda el Ć”rea de trabajo. Las cabinas protectoras destinadas a reducir las exposiciones extraĆ­an aire de Ć”reas con una contaminaciĆ³n sustancial de sĆ­lice. Los trabajadores palearon manualmente el material de limpieza con chorro de arena usado en la maquinaria para su reutilizaciĆ³n.

En noviembre de 1988, las muestras de aire de las zonas de respiraciĆ³n personal documentaron exposiciones a sĆ­lice cristalina respirable de 400 a 700 Āµg/m3 para los trabajadores en el Ć”rea de limpieza con chorro de arena. Estos datos fueron consistentes con los resultados informados por OSHA durante una inspecciĆ³n ambiental similar en la que las exposiciones excedieron sustancialmente el PEL actual de OSHA (100 Āµg/m3 para sĆ­lice respirable [29 CFR 1910.1000]. No se usaron respiradores con suministro de aire durante la limpieza con chorro de arena y los trabajadores informaron que solo usaban respiradores desechables para partĆ­culas.

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Caso No. 3ā€“Una muerte

Un no fumador de 49 aƱos que habĆ­a trabajado como pulidor de chorro de arena durante 6 aƱos acudiĆ³ a un hospital de Luisiana quejĆ”ndose de dificultad para respirar, tos no productiva, falta de apetito, fiebre y pĆ©rdida de peso de 20 libras [Owens et al. 1988].

Un examen fĆ­sico, radiografĆ­as de tĆ³rax y tinciĆ³n de esputo para bacterias llevaron a un diagnĆ³stico de silicosis crĆ³nica y neumonĆ­a bacteriana. Aunque el paciente fue tratado con oxĆ­geno y antibiĆ³ticos, continuĆ³ deteriorĆ”ndose y fue necesario un respirador. Una biopsia de pulmĆ³n mostrĆ³ que las cavidades mĆ”s pequeƱas de los pulmones estaban llenas de un material compuesto de partĆ­culas de grasa, proteĆ­na y sĆ­lice. Las pruebas adicionales del esputo revelaron que el paciente padecĆ­a tuberculosis y se iniciĆ³ una terapia adecuada. Sin embargo, el paciente siguiĆ³ necesitando un respirador y falleciĆ³ el dĆ­a 20 de hospitalizaciĆ³n.

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Caso No. 4 ā€“ Tres Muertes

La silicosis aguda se desarrollĆ³ en cuatro hombres (de 23, 38, 38 y 47 aƱos de edad) empleados como pulidores de arena para lĆ”pidas en una sola fĆ”brica durante un promedio de 3 aƱos. Se sabe que tres de los cuatro hombres murieron a causa de la enfermedad [Suratt et al. 1977]. Ninguno de ellos mostrĆ³ ninguna evidencia de tuberculosis.

Las investigaciones revelaron que los chorreadores de arena trabajaban en cĆ”maras de chorreado cerradas pero ventiladas. Aunque los trabajadores tenĆ­an respiradores con suministro de aire, los investigadores indicaron que solo usaban respiradores de media mĆ”scara de presiĆ³n negativa con filtros desechables. Los trabajadores de la sala de limpieza estaban expuestos fuera de la mĆ”scara a arena de sĆ­lice cristalina al 98 % en una concentraciĆ³n de 15 millones de partĆ­culas por pie cĆŗbico (5 veces el estĆ”ndar de OSHA de 1974). Una investigaciĆ³n posterior indicĆ³ que los trabajadores estaban usando respiradores con suministro de aire pero que estaban expuestos a sĆ­lice cristalina en una concentraciĆ³n de 3400 Āµg/m3 como TWA (18 veces el estĆ”ndar OSHA de 1974).****

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Caso No. 5 ā€“ Ocho Muertes

Ochenta y tres chorreadores de arena en Luisiana fueron diagnosticados con silicosis [Bailey et al. 1974]. VeintidĆ³s de los 83 tenĆ­an infecciones micobacterianas complicadas. La edad promedio de los pacientes fue de 44 aƱos, con un tiempo promedio de exposiciĆ³n a la sĆ­lice de menos de 10 aƱos. Se sabe que ocho de estos pacientes fallecieron por insuficiencia respiratoria causada por silicosis.

Casi todos los chorreadores de arena prepararon superficies para pintar y luego las pintaron. La mayorĆ­a de los trabajadores usaban respiradores con suministro de aire, aunque las capuchas a menudo no estaban conectadas a un suministro de aire externo. Cuando se completĆ³ el pulido con chorro de arena, los trabajadores se quitaron las capuchas e inmediatamente comenzaron a pintar, a pesar de que aĆŗn quedaban grandes cantidades de polvo de sĆ­lice en suspensiĆ³n en el aire.

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Conclusiones

Esta Alerta ilustra las condiciones continuas en el lugar de trabajo estadounidense que conducen inevitablemente al desarrollo de la silicosis. Cuatro condiciones son caracterĆ­sticas de los lugares de trabajo de limpieza con chorro de arena donde la silicosis es un problema:

  • Falta de sustituciĆ³n de materiales de limpieza abrasiva menos tĆ³xicos

  • Controles de ingenierĆ­a (como ventilaciĆ³n) y prĆ”cticas de trabajo inadecuados

  • ProtecciĆ³n respiratoria inadecuada para los trabajadores.

  • Falta de realizaciĆ³n de programas de vigilancia mĆ©dica adecuados
     

Recomendaciones

NIOSH recomienda las siguientes medidas para reducir la exposiciĆ³n a la sĆ­lice cristalina en el lugar de trabajo y prevenir la silicosis y las muertes relacionadas con la silicosis:

  1. Prohibir la arena de sƭlice (u otras sustancias que contengan mƔs del 1 % de sƭlice cristalina) como material de limpieza abrasiva y sustituirla por materiales menos peligrosos.

  2. Llevar a cabo un monitoreo del aire para medir la exposiciĆ³n de los trabajadores.

  3. Use mĆ©todos de contenciĆ³n como mĆ”quinas y gabinetes de limpieza a chorro para controlar el peligro y proteger a los trabajadores adyacentes de la exposiciĆ³n.

  4. Practique una buena higiene personal para evitar la exposiciĆ³n innecesaria al polvo de sĆ­lice.

  5. Use ropa protectora lavable o desechable en el lugar de trabajo; dĆŗchese y pĆ³ngase ropa limpia antes de salir del lugar de trabajo para evitar la contaminaciĆ³n de automĆ³viles, casas y otras Ć”reas de trabajo.

  6. Use protecciĆ³n respiratoria cuando los controles de la fuente no puedan mantener la exposiciĆ³n a la sĆ­lice por debajo del NIOSH REL.

  7. Proporcionar exĆ”menes mĆ©dicos periĆ³dicos a todos los trabajadores que puedan estar expuestos a la sĆ­lice cristalina.

  8. Coloque letreros para advertir a los trabajadores sobre el peligro e informarles sobre el equipo de protecciĆ³n requerido.

  9. Proporcione a los trabajadores capacitaciĆ³n que incluya informaciĆ³n sobre los efectos en la salud, las prĆ”cticas laborales y el equipo de protecciĆ³n para la sĆ­lice cristalina.

  10. Informe todos los casos de silicosis a los departamentos estatales de salud ya OSHA oa la AdministraciĆ³n de seguridad y salud en las minas (MSHA).

Estas recomendaciones se analizan brevemente en las siguientes subsecciones.

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Uso de abrasivos alternativos

El riesgo de silicosis es alto en los trabajadores expuestos a la limpieza con chorro abrasivo con sĆ­lice, y el peligro es difĆ­cil de controlar. Por lo tanto, NIOSH ha recomendado desde 1974 que la arena de sĆ­lice (u otras sustancias que contengan mĆ”s del 1 % de sĆ­lice cristalina) se prohĆ­ba como material de limpieza con chorro abrasivo [NIOSH 1974b, NIOSH 1990a]. Una variedad de materiales (corindĆ³n, perlas de vidrio, piedra pĆ³mez, aserrĆ­n, escorias, granalla y granalla de acero y cĆ”scaras de nuez) estĆ”n disponibles como medios de limpieza alternativos [NIOSH 1974c; Mackay et al. 1980; Stettler et al. 1988]. Sin embargo, no se han realizado estudios completos para evaluar los efectos en la salud de estos materiales sustitutos. Hasta que se disponga de datos completos, se deben usar controles de ingenierĆ­a y equipo de protecciĆ³n personal con cualquiera de los abrasivos alternativos.

AdemƔs de los peligros para la salud de los materiales de limpieza abrasiva, las partƭculas finamente fracturadas del material que se elimina (por ejemplo, pintura con plomo) tambiƩn pueden crear riesgos para la salud de los trabajadores [NIOSH 1991a].

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Monitoreo del aire

Se debe realizar un monitoreo del aire para medir la exposiciĆ³n de los trabajadores a la sĆ­lice cristalina en el aire y proporcionar una base para seleccionar los controles de ingenierĆ­a. El monitoreo del aire debe realizarse segĆŗn sea necesario para medir la efectividad de los controles. Las muestras de aire deben recolectarse y analizarse de acuerdo con los mĆ©todos NIOSH N.Ā° 7500 y 7602 [NIOSH 1984] o su equivalente.

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MĆ©todos de contenciĆ³n

MƔquinas y gabinetes de limpieza a chorro

Siempre que sea posible, el chorreado debe realizarse en mƔquinas o gabinetes cerrados de limpieza por chorreado. Estos dispositivos permiten a los operadores pararse fuera del gabinete y dirigir el chorro de material abrasivo hacia el interior con las manos y los brazos en las sisas enguantadas.

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Salas de limpieza abrasiva

Las salas de limpieza abrasiva contienen el peligro y protegen a los trabajadores adyacentes de la exposiciĆ³n. Sin embargo, dichas salas pueden aumentar el riesgo para los explosores, ya que deben trabajar dentro del recinto en altas concentraciones de material explosivo peligroso. Las salas de voladuras deben estar ventiladas para reducir estas concentraciones y aumentar la visibilidad. Se requiere un respirador con suministro de aire para cualquier blaster que trabaje dentro de una sala de blasting.

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Equipo portƔtil de limpieza a chorro

Los equipos portĆ”tiles de limpieza a chorro presentan problemas de salud particularmente graves porque los controles de ingenierĆ­a rara vez se utilizan. Las cortinas se pueden usar como estructuras de contenciĆ³n temporales para reducir el peligro para los trabajadores adyacentes y el pĆŗblico en general. Sin embargo, tales estructuras temporales a menudo tienen fugas y pueden permitir que escapen grandes cantidades de escombros. Al igual que con las salas de limpieza con chorro abrasivo, estas estructuras deben ventilarse para reducir las concentraciones de materiales peligrosos y aumentar la visibilidad. Durante el trabajo dentro de la contenciĆ³n, se requiere un respirador con suministro de aire para el blaster.

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VentilaciĆ³n de Estructuras de ContenciĆ³n

Todas las estructuras de contenciĆ³n deben estar ventiladas para mantener un flujo de aire continuo y evitar cualquier fuga de polvo al exterior. El aire de escape debe descargarse al exterior a travĆ©s de un colector de polvo apropiado. El colector de polvo debe configurarse de manera que el polvo acumulado pueda eliminarse sin contaminar las Ć”reas de trabajo. Los requisitos detallados se enumeran en el estĆ”ndar de ventilaciĆ³n de OSHA [29 CFR 1910.94].

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Higiene personal

Las siguientes prĆ”cticas de higiene personal son elementos importantes de cualquier programa para proteger a los trabajadores de la exposiciĆ³n a la sĆ­lice cristalina y otros contaminantes como el plomo durante las operaciones de limpieza con chorro abrasivo [NIOSH 1991a].

  • Todos los chorreadores de arena deben lavarse las manos y la cara antes de comer, beber o fumar.

  • Los chorreadores de arena no deben comer, beber o usar productos de tabaco en el Ć”rea de chorreado.

  • Los trabajadores deben ducharse antes de abandonar el lugar de trabajo.

  • Los trabajadores deben estacionar sus automĆ³viles en un lugar donde no se contaminen con sĆ­lice y otras sustancias como el plomo.
     

Ropa protectora

Se deben tomar las siguientes medidas para asegurar que la ropa polvorienta de los encargados de la voladura no contamine los automĆ³viles, las casas o los lugares de trabajo que no sean el Ć”rea de la voladura:

  • Los trabajadores deben cambiarse a ropa de trabajo desechable o lavable en el lugar de trabajo.

  • Los trabajadores deben cambiarse y ponerse ropa limpia antes de abandonar el lugar de trabajo.

 

ProtecciĆ³n respiratoria

Los respiradores no deben usarse como el Ćŗnico medio para prevenir o minimizar la exposiciĆ³n a contaminantes transportados por el aire. Deben implementarse controles de fuente efectivos, como sustituciĆ³n, automatizaciĆ³n, contenciĆ³n, ventilaciĆ³n de escape local y buenas prĆ”cticas laborales para minimizar la exposiciĆ³n de los trabajadores al polvo de sĆ­lice. NIOSH prefiere tales medidas como el medio principal para proteger a los trabajadores. Sin embargo, cuando los controles de fuente no pueden mantener las exposiciones por debajo del NIOSH REL, los controles deben complementarse con el uso de protecciĆ³n respiratoria durante la limpieza con chorro abrasivo.

Cuando se usan respiradores, el empleador debe establecer un programa integral de protecciĆ³n respiratoria como se describe en la GuĆ­a de NIOSH para la protecciĆ³n respiratoria industrial [NIOSH 1987a] y como lo exige la norma de protecciĆ³n respiratoria de OSHA [29 CFR 1910.134]. Los elementos importantes de esta norma son

  • una evaluaciĆ³n de la capacidad del trabajador para realizar el trabajo mientras usa un respirador,

  • formaciĆ³n regular del personal,

  • monitoreo ambiental periĆ³dico,

  • Prueba de Ajuste del Respirador,

  • mantenimiento, inspecciĆ³n, limpieza y almacenamiento, y

  • selecciĆ³n de respiradores apropiados aprobados por NIOSH.

 

El programa de protecciĆ³n respiratoria debe ser evaluado periĆ³dicamente por el empleador.

NIOSH recomienda que los trabajadores usen el respirador de limpieza con chorro abrasivo tipo CE operado en el modo de presiĆ³n positiva (APF de 2,000) durante las operaciones de limpieza con chorro abrasivo que involucren sĆ­lice cristalina. Para otras operaciones, la Tabla 1 enumera el equipo respiratorio mĆ­nimo requerido para cumplir con el NIOSH REL para sĆ­lice cristalina en determinadas condiciones. Los trabajadores deben usar el respirador de mayor protecciĆ³n que sea factible y consistente con las tareas a realizar. Para obtener informaciĆ³n adicional sobre la selecciĆ³n de respiradores, consulte la LĆ³gica de decisiones sobre respiradores de NIOSH [NIOSH 1987b]. Los trabajadores deben usar solo aquellos respiradores que hayan sido certificados por NIOSH y MSHA [NIOSH 1991b].

Tabla 1.ā€“ProtecciĆ³n respiratoria recomendada por NIOSH para trabajadores expuestos a sĆ­lice cristalina respirable

CondiciĆ³nProtecciĆ³n respiratoria mĆ­nima*requerido para cumplir con la CondiciĆ³n NIOSH REL para sĆ­lice cristalina (50 Āµg/m3)**

Menor o igual a 500 Āµg/m3 (10 x REL )***Cualquier respirador purificador de aire con un filtro de partĆ­culas de alta eficiencia

Menor o igual a 1,250 Āµg/m3 (25 x REL) Cualquier respirador purificador de aire motorizado con un filtro de partĆ­culas de alta eficiencia, o

Cualquier respirador con suministro de aire equipado con una capucha o casco y operado en un modo de flujo continuo (por ejemplo, respiradores de chorro abrasivo tipo CE operados en el modo de flujo continuo)

Menos que o igual a 2,500 Āµg/m3 (50 x REL) Cualquier respirador purificador de aire que cubra toda la cara con un filtro de partĆ­culas de alta eficiencia, o

Cualquier respirador purificador de aire motorizado con una pieza facial ajustada y un filtro de partĆ­culas de alta eficiencia

Inferior o igual a 50 000 Āµg/m3 (1000 x REL) Cualquier respirador con suministro de aire equipado con una media mĆ”scara y operado en un modo de demanda de presiĆ³n u otro modo de presiĆ³n positiva

Menos que o igual a 100,000 Āµg/m3 (2,000 x REL) Cualquier respirador con suministro de aire equipado con una mĆ”scara completa y operado en un modo de demanda de presiĆ³n u otro modo de presiĆ³n positiva (por ejemplo, un respirador de chorro abrasivo tipo CE operado en un modo de presiĆ³n positiva)

Entrada planificada o de emergencia en entornos que contienen concentraciones desconocidas o concentraciones inferiores o iguales a 500 000 Āµg/m3 (10 000 x REL) Cualquier aparato de respiraciĆ³n autĆ³nomo equipado con una mĆ”scara completa y operado en un modo de demanda de presiĆ³n u otro modo de presiĆ³n positiva,****o Cualquier respirador de suministro de aire equipado con una mĆ”scara completa y operado en un modo de demanda de presiĆ³n u otro modo de presiĆ³n positiva en combinaciĆ³n con un aparato de respiraciĆ³n autĆ³nomo auxiliar operado en un modo de demanda de presiĆ³n u otro modo de presiĆ³n positiva****

ExtinciĆ³n de incendiosCualquier aparato de respiraciĆ³n autĆ³nomo equipado con una mĆ”scara completa y operado en un modo de demanda de presiĆ³n u otro modo de presiĆ³n positiva****

Solo escapeCualquier respirador purificador de aire que cubra toda la cara con un filtro de partĆ­culas de alta eficiencia, o Cualquier aparato de respiraciĆ³n autĆ³nomo apropiado de tipo escape

* Solo debe usarse equipo aprobado por NIOSH/MSHA.
** Estas recomendaciones estĆ”n destinadas a proteger a los trabajadores de la silicosis; solo se recomiendan los respiradores mĆ”s protectores para usar con carcinĆ³genos.
*** Factor de protecciĆ³n asignado (APF) multiplicado por NIOSH REL. El APF es el nivel mĆ­nimo anticipado de protecciĆ³n provisto por cada tipo de respirador.
**** La mayorĆ­a de los respiradores protectores.

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Monitoreo mƩdico

Los exĆ”menes mĆ©dicos deben estar disponibles para todos los trabajadores que puedan estar expuestos a la sĆ­lice cristalina. Dichos exĆ”menes deben realizarse antes de la colocaciĆ³n laboral y al menos cada 3 aƱos a partir de entonces [NIOSH 1974b]. Los exĆ”menes mĆ”s frecuentes (por ejemplo, anuales) pueden ser necesarios para los trabajadores con riesgo de silicosis aguda o acelerada. Los exĆ”menes deben incluir al menos los siguientes elementos:

  • Un historial mĆ©dico y ocupacional para recopilar datos sobre la exposiciĆ³n de los trabajadores a la sĆ­lice cristalina y los signos y sĆ­ntomas de enfermedades respiratorias.

  • Una radiografĆ­a de tĆ³rax clasificada segĆŗn la clasificaciĆ³n de radiografĆ­as de neumoconiosis de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) de 1980 [OIT 1981]

  • Pruebas de funciĆ³n pulmonar (espirometrĆ­a)

  • Una evaluaciĆ³n anual para la tuberculosis [ATS/CDC 1986]
     

SeƱales de advertencia

Se deben colocar letreros para advertir a los trabajadores sobre el peligro y especificar cualquier equipo de protecciĆ³n requerido (por ejemplo, respiradores). El letrero de muestra en la Figura 2 contiene la informaciĆ³n necesaria para un Ć”rea de trabajo de sĆ­lice donde se requieren respiradores.

 

Figura 2. Muestra de rĆ³tulo de advertencia para Ć”reas de trabajo contaminadas con sĆ­lice cristalina.

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CapacitaciĆ³n

Los trabajadores deben recibir capacitaciĆ³n [29 CFR 1926.21] que incluya lo siguiente:

  • InformaciĆ³n sobre los posibles efectos adversos para la salud de la exposiciĆ³n a la sĆ­lice

  • Hojas de datos de seguridad de materiales para sĆ­lice, abrasivos alternativos u otros materiales peligrosos [29 CFR 1926.59]

  • InstrucciĆ³n sobre cĆ³mo obedecer las seƱales que marcan los lĆ­mites de las Ć”reas de trabajo que contienen sĆ­lice cristalina

  • InformaciĆ³n sobre manipulaciĆ³n, etiquetado y almacenamiento seguros de materiales tĆ³xicos [30 CFR 56.20012, 56.16004, 57.20012, 77.208]

  • DiscusiĆ³n sobre la importancia de los controles de ingenierĆ­a, la higiene personal y las prĆ”cticas laborales para reducir la exposiciĆ³n a la sĆ­lice cristalina

  • InstrucciĆ³n sobre el uso y cuidado del equipo de protecciĆ³n adecuado (incluyendo ropa de protecciĆ³n y protecciĆ³n respiratoria)
     

Vigilancia y notificaciĆ³n de enfermedades

NIOSH alienta la notificaciĆ³n de todos los casos de silicosis a los departamentos de salud estatales ya OSHA o MSHA. Para mejorar la uniformidad de los informes, NIOSH ha desarrollado pautas de informes y una definiciĆ³n de caso de vigilancia para la silicosis (consulte el ApĆ©ndice). Esta definiciĆ³n y estas pautas se recomiendan para la vigilancia de la silicosis relacionada con el trabajo por parte de los departamentos estatales de salud y las agencias reguladoras que reciben informes de casos de mĆ©dicos y otros proveedores de atenciĆ³n mĆ©dica [CDC 1990].

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Agradecimientos

Los principales contribuyentes a esta Alerta fueron Karl Musgrave, DVM, John Parker, MD y Stephen Short, DO, de la DivisiĆ³n de Estudios de Enfermedades Respiratorias de NIOSH; y Leroy Mickelsen y Dennis O'Brien, Ph.D., de la DivisiĆ³n de Ciencias FĆ­sicas e IngenierĆ­a de NIOSH. Los comentarios, preguntas o solicitudes de informaciĆ³n adicional deben dirigirse a Gregory Wagner, MD, Director, Division of Respiratory Disease Studies, 944 Chestnut Ridge Road, Morgantown, WV 26505-2888; telĆ©fono (304) 291-4474.

Apreciamos mucho su ayuda para proteger las vidas de los trabajadores estadounidenses.

[firma]
J. Donald Millar, MD, DTPH (Londres)
Asistente de Cirujano General
Director, Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo
Centros para el control de enfermedades

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notas

* TambiƩn conocido como sƭlice libre o SiO2; incluye cuarzo, cristobalita, tridimita y trƭpoli.

** CĆ³digo de Reglamentos Federales. Ver CFR en las referencias.

*** Un mƩdico certificado por NIOSH para detectar neumoconiosis en rayos X utilizando las pautas de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).

**** La norma OSHA de 1974 se refiere tanto a millones de partĆ­culas por pie cĆŗbico como a Āµg/m3.

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Ā”Use el equipo de protecciĆ³n personal adecuado, viva mucho tiempo y prospere!

equipo blastheroes

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